Los medios de difusión y la reforma administrativa de 1976

Este fue el último tema expuesto, y el encargado fue mi compañero Eduardo, como su nombre lo indica. Este tema abarco básicamente la problemática que resulto en México cuando radiodifusoras de otros países (y televisoras), quisieron incursionarse en nuestro país, debido a la limitación de las concesiones únicamente para estaciones y estudios de carácter nacional.
Aún así esta no es más que la introducción al tema de real importancia, que es tal y como su nombre lo indica, las reformas por las que atravesó la ley par la radio y la televisión.

La ley que nos rige en este aspecto hasta la fecha, es el resultado de una modificación impulsada por el ex-presidente Vicente Fox Quesada, sin embargo se basa más en la instaurada en 1970.
La nueva ley (publicada en ese entonces), le reduce a la secretaría de Comunicaciones y Transportes las habilidades conferidas, dejándola a cargo de meros tecnicismos y de las concesiones (situación que esta causando polémica hoy en día).
También se hace mención a como la secretaría de educación pública ha perdido también parte de los derechos que tenía para influir en los medios de comunicación, dejándonos solo con medios de comunicación masivos cuya única función parece ser solo entretener.
Sin embargo como mencionaba anteriormente, existen varios aspectos de esta ley que no han cambiado tales como la separación en seis secretarias que dio el presidente José López Portillo:
1.- Gobernación: encargada de vigilar el contenido de las transmisiones comerciales.
2.- comunicaciones y transportes: autorizada para otorgar concesiones a particulares y difundir las transmisiones gubernamentales.
3.- hacienda y crédito público: dedicada a cobrar diversos impuestos a los concesionarios.
4.- educación pública: capacitada para extender certificados de aptitud a locutores, para manejar las escuelas radiofónicas, el canal 11 y radio educación.
5.- salubridad y asistencia: dedicada a autorizar la propaganda comercial y a participar.
6.- trabajo y previsión social: como productora de programas de televisión a través del consejo nacional de cultura y recreación para los trabajadores.
No digo que todos los cambios que ha sufrido esta ley sean para mal, pero hay que admitir que en lugar de dársele más libertades a los medios parece estárseles limitando las libertades a los medios parece estárseles limitando (especialmente con el condicionamiento que se les quiere dar a las concesiones), y tristemente lo que se tiene que regular no parece regularse, como los contenidos de los programas, la falta del impulso nacionalista y televisión educativa, etc.